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Creadora de puentes entre la infancia y la adultez

porque jugar, imaginar y crear no deberían ser privilegios de la infancia, sino puentes hacia una vida más consciente.

Creadora de puentes entre la infancia y la adultez

porque jugar, imaginar y crear no deberían ser privilegios de la infancia, sino puentes hacia una vida más consciente.

RECUPERANDO NUESTRA MAGIA PERDIDA, ABRAZAREMOS A QUIENES AÚN CREEN EN ELLA.

Porque los niños no necesitan modelos perfectos, sino adultos que recuerden el poder de la creatividad y el juego.
Este es un viaje hacia el corazón de nuestra infancia, donde la imaginación fluye libremente y el cuidado de lo que fuimos se convierte en un acto de amor hacia los que vienen.

“El mejor regalo que podemos hacerle a las próximas generaciones es recuperar la creatividad y la capacidad de asombro que alguna vez habitó en nosotros”.

Bienvenidos al maravilloso mundo de Rosie, la zorrita.

Rosie es la muy querida zorrita despierta que protagoniza mi primer libro infantil como ilustradora y autora.

Ser una zorrita despierta significa que no está dormida en la distracción tecnológica o en el apuro del mundo moderno. Está despierta a las emociones, al entorno, al juego, al tiempo propio. Estos importantes mensajes se transmiten con delicadeza a través de ilustraciones detalladas y hermosas historias.

¡Actualmente hay un libro de Rosie la zorrita y hay más en camino!

Quiénes leyeron la historia…

La infancia es moldeada por lo que los adultos somos capaces de ofrecer: nuestra presencia, nuestra imaginación, nuestro amor por el juego y la creatividad.

Cuando un adulto se reconecta con su creatividad, con su ternura y con su capacidad de asombro, no solo se transforma a sí mismo:
transforma el mundo que le deja a los niños.

Este es un llamado para despertar del letargo y recuperar lo que alguna vez fuimos. Porque, al hacerlo, no solo nos reconectamos con nuestra esencia, sino que creamos un puente de conexión con los niños de ahora.

Este espacio nace del deseo profundo de volver a mirar con otros ojos.
 De abrazar la infancia —la propia, la de nuestros hijos—
 y proteger aquello que la tecnología no puede crear:
 la imaginación, el juego, el asombro, el vínculo humano.

Creo en el arte como un acto de cuidado.
Creo en contar historias que despierten preguntas.
Y creo que todavía estamos a tiempo.

Te invito a recordar, a sanar y a compartir la magia que una vez habitó en tu interior, para que juntos podamos crear un futuro donde la infancia esté protegida y abrazada por la imaginación.